jueves, 21 de noviembre de 2013

PALABRAS MAGICAS

COLEGIO ARQUIDIOCESANO JUAN PABLO II
MAESTRA ACOMPAÑANTE: María del Pilar Cifuentes
MAESTRA EN FORMACIÓN: Shirley Karina Ruiz Narváez
FECHA: 22 de octubre  de 2013
OBJETIVO:
Enseñar a los niños el uso de las palabras mágicas para aprender a respetar a sus maestras y compañeros de clase.
DESCRIPCIÓN
La jornada se cumplía normalmente, la maestra y yo coordinábamos algunas actividades para realizar en el aula, todos con esfuerzo realizaban sus quehaceres, sin embrago hubo un momento en que la profesora necesito salir del aula de clase y me encargo al grupo por 1 hora y me especifico que tema debía explicarles en el tablero y me recomendó que siempre los tenga ocupados por que es imposible tenerlos sin hacer nada, por cuestiones de desorden. El grupo es demasiado numeroso, se encuentran en hacinamiento, pues desde mi punto de vista la maestra es muy profesional ya que manejar en un solo salón 45 niños es una cosa de admirar.
La clase de religión y ética y valores iba muy bien, todos trabajaron, me costó un poco lograr el silencio, pero cantamos algunas canciones se disiparon y luego seguimos en el ritmo de trabajo, mientras realizaban el trabajo individualmente, íbamos haciendo una socialización del tema, todo me parecía genial pero empecé a observar y escucharles y de inmediato comprendí que son poco amables y utilizan un lenguaje inadecuado para su contexto, palabras soeces y maltrato verbal de unos niños hacia otros. Terminamos la actividad, solicite orden y silencio, organice nuevamente las mesas y sillas y recogí el desorden de lápices y cuadernos en el salón de clase, hice un poco de aseo, les pedí que me escucharan un momento y empecé a hablar con ellos sobre el uso de las palabras mágicas, les pregunte si las conocían y en su mayoría contestaron no profe, no sabemos qué es eso.
 Les explique en qué consiste y porque es bueno utilizarlas para mejorar el respeto y la convivencia a nivel de grupo, les mencione varias palabras mágicas como por ejemplo: Hola – Buenos días – Buenas tardes – Buenas noches – Por favor – Perdón – Muchas gracias; todos parecieron haber comprendido que no podemos tratar de manera maleducada a las otras personas, si queremos que nos respeten debemos primero aprender a respetar.
Terminando con esta  significativa charla, la maestra revisa la actividad y se siente muy satisfecha con la labor de los niños. Pude concluir en compañía de niños y maestra que “decir las palabra mágicas no nos hace menos personas, al contrario nos vuelve grandes y excelentes personitas”

¿Por qué es importante fomentar la utilización de las palabras mágicas dentro del salón de clases?
INTERPRETACIÓN PERSONAL
Debemos fomentar el uso de las palabras mágicas no solo en la escuela sino también  en la casa y en cualquier lugar porque son sinónimo de buena educación, cortesía, amabilidad  y ante todo de respeto hacia nuestros semejantes, decirlas no debe ser un sacrificio o causar pena o sentir que somos inferiores a los demás. Actuar con respeto y dirigirse a los demás de buena manera, nos convierte en seres sociales, amables, respetuosos.
A nivel de aula son importantes porque facilita una sana convivencia y porque contribuimos a que los niños que son nuestro futuro sean personas racionales y sociables que pueden convivir en armonía, ya que el aula es un espacio de interacción  social en el que los niños aprenden y recrean las experiencias de lo que serán en el mundo exterior.

SOPORTE TEÓRICO
Nuestro papel en el aprendizaje y uso de las palabras mágicas
Los docentes y muy especialmente nosotros los educadores/as de la educación inicial y primaria , tenemos la responsabilidad de estar atentos del comportamiento y formas de expresión de los niños, para lograr un espacio de convivencia armónico dentro del salón de clases, lo que se verá reflejado en su casa y comunidad. Comportarse, ser cortés, tener buenos modales y tratar de ser amables son algunas de las funciones de las palabras mágicas.
La cortesía y la buena educación son valores para niños que hay que enseñarles desde pequeños para que aprendan a respetar a los demás compañeros y amigos. Hay unas cuantas palabras “mágicas” que cuesta muy poco decirlas y son el síntoma de una buena educación infantil y de cortesía, no olvides nunca decir:
Hola – Buenos días – Buenas tardes – Buenas noches – Por favor – Perdón – Muchas gracias.
¿Cómo ENSEÑARLAS?
Las palabras mágicas más conocidas son por favor y gracias, pero también existen otras como buenos días, te ayudo, qué bonito, disculpa, etc. Todas ellas tienen en común su importancia en el proceso de socialización del niño. El uso continuo de estas palabras en el momento oportuno permite que interactúe adecuadamente con su entorno, reaccionando y provocando a su vez reacciones positivas a su alrededor. Cada una de estas palabras tiene su efecto particular y debemos inculcar su uso desde los primeros años de edad. De esta manera, los pequeños tendrán la posibilidad de abrirse más puertas en su vida adulta.


Gracias. Es una palabra que expresa el reconocimiento de quien recibe algo hacia la actitud desprendida o generosa de quien se lo da. Al hacer este reconocimiento, quien hace la entrega también cae en la cuenta de que está realizando una buen acción y su reconocimiento por parte del niño generará en él sentimientos de gratitud a su vez.

Por favor. Usar esta expresión significa que se reconoce el derecho de la otra persona sobre su decisión de compartir o ceder algo ante cualquier pedido. Ayuda a que el niño entienda que nada se impone, y que las opiniones de los demás también cuentan. No se puede obtener algo con sólo quererlo, hay que saber conseguirlo de manera respetuosa.

Buenos Días. Y en general, todas las expresiones de saludo, desean siempre el bien a las personas. Son muy pocos los adultos que las usan, incluso en los lugares en los que viven en comunidad con otras personas, pues las consideran "cosas de niños". Toda persona merece el mismo trato; un saludo de este tipo es muy agradable de recibir y habla muy bien de quien lo da.

¿Te ayudo? Expresión genuina de la libre iniciativa de un niño por facilitar el esfuerzo de otra persona. Demuestra conciencia en él de este esfuerzo y de la necesidad que podría tener el otro de un apoyo en la labor. Es una señal de solidaridad.

Perdón, Disculpa. "Sólo Dios perdona", es la triste frase que se oye a veces en la calle, al solicitar permiso para pasar por un corredor, por ejemplo. Muchas personas han endurecido su actitud como supuesta defensa, evitando o criticando cualquier señal de "debilidad", como el pedir disculpas. Aceptar una falta es propio de los espíritus más fuertes, pues conociendo sus errores y corrigiéndolos es la única manera como podrán hacerse mejores.
Para que los niños usen estas palabras, hay que introducirlas en su vida diaria, empezando por dar el ejemplo como adultos; no podemos exigir de nuestros hijos algo que nosotros mismos no hacemos. También es útil presentarlas a ellos como mágicas, explicándoles sus características y valores arriba descritos en términos fácilmente entendibles por ellos, apelando a su necesidad de aceptación.
Por ejemplo: "Con ellas podemos lograr lo que queremos, siempre y cuando sea posible. Pueden hacer nuestros días pueden ser mágicos y alegres. No olvides decírselas a todos los que te rodean: papás, abuelitos, hermanos, amigos. Y si además las acompañas con una linda sonrisa...ya verás como todos te sonreirán!"
Es también muy efectivo incluirlas en juegos y cuentos, o buscar aquellos que ya las tengan. Al narrarlos, hacemos énfasis en ellas, en su uso y en el resultado que obtienen en la historia. En el jardín de infancia los móviles y diversas manualidades con el tema pueden disponerse a manera de decoración en el aula para tenerlas siempre presentes. Se puede también programar un tablero de palabras mágicas, donde se calificará su uso por los niños en cada día de una semana, con sellos de caritas felices, normales o tristes.
La enseñanza de estas simples palabras son la base para el proceso de socialización de los pequeños y su uso no sólo les servirá para el futuro, sino que hará más placentero aun su proceso de desarrollo integral en el jardín, para orgullo y satisfacción de papás y maestras.



CONCLUSIÓN
El maestro debe ser capaz de ver la forma adecuada y buscar estrategias eficaces para fomentar el uso de las palabras mágicas para tener una buena convivencia dentro del salón, lo cual nos permitirá desarrollar armónicamente las actividades con nuestros niños y reducir así el mal comportamiento y las falta de respeto entre los mismos.
PROPUESTA
Dar una socialización del tema y la  información a los padres para que estos conozcan la situación y realicen su aporte a nivel familiar.



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